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"Nada podemos esperar sino de nosotros mismos"   SURda

www.surda.se

 

 

06-07-2016

 

Elecciones 26-J

Rajoy y "la manipulación del miedo" contra Podemos

 

 


SURda

España

Opinión

Germán Gorriaz, 6 de julio de 2016

 

El término utopía aparece como “la búsqueda incansable de la Humanidad desde el comienzo de los tiempos de un lugar o sociedad ideal” y a pesar de su carácter no real, permite reconocer los ideales de una sociedad o comunidad en un momento concreto de su singladura histórica así como los obstáculos que impiden cristalizar su sueño idílico, con lo que la utopía así concebida, sería el camino para alcanzar un sueño que llevaría implícito en su potencia la facultad de devenir en acto concreto (en el camino está la meta), pero para alcanzar la utopía, es preciso transitar por la senda marcada por el pragmatismo político: “Comienza haciendo lo que es necesario, después lo que es posible y de repente estarás haciendo lo imposible”.

El término utopía aparece como “la búsqueda incansable de la Humanidad desde el comienzo de los tiempos de un lugar o sociedad ideal” y a pesar de su carácter no real, permite reconocer los ideales de una sociedad o comunidad en un momento concreto de su singladura histórica así como los obstáculos que impiden cristalizar su sueño idílico, con lo que la utopía así concebida, sería el camino para alcanzar un sueño que llevaría implícito en su potencia la facultad de devenir en acto concreto (en el camino está la meta), pero para alcanzar la utopía, es preciso transitar por la senda marcada por el pragmatismo político: “Comienza haciendo lo que es necesario, después lo que es posible y de repente estarás haciendo lo imposible”.

Así, la utopía factible en el Estado español tras las Elecciones del 20-D hubiera sido la formación de un Gobierno de Cambio PSOE-Ciudadanos-Podemos como alternativa al régimen autocrático del PP de Rajoy que diera prioridad a la implementación del llamado Estado social y democrático de Derecho y a una regeneración democrática (mediante la extirpación del cáncer metastásico de la corrupción que habría fagocitado todos los estamentos del Estado español) aunado con una reforma posibilista de la Constitución del 78, intento fallido debido al maximalismo político de Pablo Iglesias obsesionado con asaltar los Cielos y finiquitar el Régimen del 78.

Reforma vs. Ruptura

El puzzle inconexo del caos ordenado puede esbozarse mediante la llamada “Teoría de las Catástrofes” del científico francés René Thom y se basaría en dos conceptos antinómicos para intentar “comprender el orden jerárquico de la complejidad biológica”.Así, el concepto de estabilidad o equilibrio se refiere a un sistema que permanece estable aunque registre un cambio, principio que trasladado a la esfera política se traduciría en la Reforma del Régimen del 78 sin alterar sus principios esenciales (Monárquico, jacobino y neoliberal), tesis que defenderían los partidos del establishment dominante del Estado español (PP, PSOE y Ciudadanos).

En la orilla antónima, encontramos el concepto de cambio cualitativo o discontinuidad que se produce cuando simples cambios cuantitativos pasan a ser otra cosa diferente y el sistema se transforma internamente de modo radical en una nueva realidad que modifica su situación de equilibro interno y se crea una situación nueva (Nuevo Régimen), tesis defendida tan sólo por Podemos y los grupos independentistas periféricos (EH Bildu y CUP) y que era asociada por el aparato mediático del sistema dominante (mass media) con el advenimiento del caos.

El PP y la manipulación del miedo

El estadounidense Harold Lasswell (uno de los pioneros de la “mass comunicación research”), estudió después de la Primera Guerra Mundial las técnicas de propaganda e identificó una forma de manipular a las masas ( teoría de “la aguja hipodérmica o bala mágica”), teoría plasmada en su libro “Técnicas de propaganda en la guerra mundial (1.927) y basada en “inyectar en la población una idea concreta con ayuda de los medios de comunicación de masas para dirigir la opinión pública en beneficio propio y que permite conseguir la adhesión de los individuos a su ideario político sin tener que recurrir a la violencia” (que viene Podemos).

La utopía factible hubiera sido la formación de un Gobierno de Cambio PSOE-Ciudadanos-Podemos

Según Edward L. Bernays, sobrino de Sigmund Freud y uno de pioneros en el estudio de la psicología de masas, “la mente del grupo no piensa, en el sentido estricto de la palabra. En lugar de pensamientos tiene impulsos, hábitos y emociones y a la hora de decidir su primer impulso es normalmente seguir el ejemplo de un líder en quien confía ”, por lo que la propaganda del PP estuvo dirigida no al sujeto individual sino al Grupo en el que la personalidad del individuo unidimensional se diluye y queda envuelta en retazos de falsas expectativas creadas y anhelos comunes que lo sustentan, sirviéndose de la dictadura invisible del temor al caos que generaría la llegada al Poder de Podemos y que tendría su plasmación en “el caos económico de Grecia y Venezuela”.

El Cielo deberá esperar

El sociólogo y filósofo alemán Herbert Marcuse, en su libro “El hombre Unidimensional (1.964), explica que “la función básica de los medios es desarrollar pseudonecesidades de bienes y servicios fabricados por las corporaciones gigantes, atando a los individuos al carro del consumo y la pasividad política”. Así, la estrategia electoral del PP se basó en el mantra de la recuperación económica edulcorada con sibilinas promesas de aumento del techo de gasto autonómico, subidas salariales a funcionarios y jubilados así como reducciones fiscales al estar la sociedad española integrada por individuos unidimensionales que no dudaron en primar el “panem et circenses” frente al vértigo que suscitaba la utopía de un Nuevo Régimen propugnada por Podemos (“El cielo no se toma por consenso sino por asalto”).

En consecuencia, el Cielo deberá esperar pues tras las recientes elecciones de Junio, la formación de Pablo Iglesias (considerado por EEUU como de “filiación chavista”) se verá relegado a la oposición tras la previsible formación de un Gobierno Reformista PP-Ciudadanos que contará con la abstención del PSOE y que mediante una reforma edulcorada de la actual Constitución vigente implementará un Estado monárquico, jacobino y eurocéntrico, siguiendo la máxima del gatopardismo (“Cambiar todo para que nada cambie”).

Fuente: http://www.elsalmoncontracorriente.es/

 


Resaca electoral

El poder vuelve a ganar

 

Cristian Gómez, 2 de julio de 2016

 

¿Qué ha pasado? ¿Por qué incluso han aumentado apoyos? Después de una semana en la que salieron a la luz grabaciones del ministro del interior conspirando contra otros partidos. ¿No se dan cuenta de que nos dirige una mafia con tintes autoritarios, machistas, xenófobos y homófobos? ¿Cómo siguen sumando escaños?

Hay que destacar que ha sido el Poder y sus estructuras oligarcas quien nos ha ganado esta partida. No hemos perdido por los votantes del PP. Ojo a ese elitismo posmodernista de crítica y desprecio a quien ha votado al peor partido de la historia de la supuesta "democracia" de este país. Creedme cuando os digo que sus millones de votantes los apoyan sin conocer lo que son. Es irracional que el voto de la gente humilde vaya para aquellos que los explotan, los roban y los que nunca mirarán por sus necesidades. A pesar de ello no hay que perder el respeto (dicen) porque lo último que conseguimos con esto es acercar su posición a la nuestra.

Por otro lado, era de los que pensaba que las confluencias funcionarían. Que ese discurso centrista y un tanto ambiguo en lo económico podría calar. Que esa idea tacticista de Errejón de sumar votos y apoyos podría servir. Pero pese a que ese discurso iba directo a hablar de las carencias de las familias, lo hacía sin profundizar en la pedagogía. Sin explicar cómo ha pasado y quiénes han favorecido ese empobrecimiento de la gente. Tan sólo se limitaban a decir que "hay poderosos con privilegios y puertas giratorias". Es por aquí por donde se empieza también a desinflar este proyecto.

Pensaba también que a la gente de a pie no se le podía hablar de la crisis estructural del capitalismo. Ni decirles, que el sistema financiero es un fraude que no genera riqueza colectiva pero sí escasez. O que las crisis cíclicas económicas no son naturales e inevitables. Me equivoqué.

La mayoría de esta izquierda vanguardista transformadora nos equivocamos. Lo vimos muy fácil, elaborar una estrategia que trajese un amplio abanico de electorado sin necesidad de creer firmemente en los ideales de la lucha de clases, ya que éstos quedaban fuera del contexto del lenguaje y comportamiento actual, y que entendíamos que esta es la realidad que tenemos y hay que adaptarse a ella para después subvertirla. Se tomó como tontos a los potencialmente votantes de Unidos Podemos. No se les hablaba con el viejo discurso divulgativo de la izquierda, todo era más sencillo. Echar a la casta, como si ésta fuera sólo el PP.

Hace unos meses, escribí que eso era lo necesario para movilizar al actual tejido social, que sólo así se explica que un partido nuevo progresista, haya crecido tanto en sólo 2 años. Al parecer, sin bases sólidas concienciadas de verdad... esto se desmorona. Han perdido más de un millón de votos. ¿Qué ha ocurrido? Pues que esa base de votantes era la identidad del movimiento 15-M, y cuando se ha alejado de ella, buscando un mayor número de votos sobre todo procedentes de la socialdemocracia socialista, ocurren dos cosas: los que te seguían por tener diferentes propuestas y formas dejan de hacerlo y, que entre una socialdemocracia de pega y la original, se votará a la original (PSOE).

¿Entonces, qué hacemos ahora? El viejo discurso no es algo que haga mover a las masas porque está descontextualizada su terminología y no se vería identificada la gente. Y el nuevo discurso progre acabamos de ver también que no llega a ser muy efectivo.

A la gente de a pie no se le podía hablar de la crisis estructural del capitalismo


Analicemos también, contra quién se compite. Aparte de poner de acuerdo a los votantes de izquierda y pseudoizquierda, tenemos delante a la maquinaria del poder oligárquico.

Primero, dejemos a un lado la persecución mediática. De cómo Chávez es más conocido en España muerto que cuando estaba vivo. Y dicho esto, recordemos cómo se infló a Ciudadanos en las encuestas para las pasadas elecciones.

El Poder sabía que no iban a llegar lejos, pero hacía falta como dijo el presidente del banco BBVA "un Podemos de derechas". Se hizo con la intención de torpedear a la nueva política, sin más. Inflaron su voto, y dieron confianza de un "cambio sensato" a la gente nueva que de ser apolítica y desinteresada, pasaron a ser indignados podemitas. Tras las elecciones no les salió mal del todo, de segunda fuerza en encuestas pasaron a ser cuarta, pero consiguieron que no tomaran poder los "antisistema" (de un sistema antipersonas).

¿Se asustó un poco el Poder? Claro que sí. Comenzaron más que nunca a tirar de la máquina del fango, ya no sólo era ensuciar a los temidos "extremistas", sino cansar a la población de la política. Comenzaron a ser pesados a caso hecho, hasta Iñaki Gabilondo publicó su hartazgo del circo mediático en el que se había convertido la política en España. ¿Para qué? para que nos cansase el tener otra vez que votar, provocar ese desgaste, esa frase de "hay que ver, tener el país parado porque no son capaces de ponerse de acuerdo" o "a mí ya me da igual quien salga, pero que lo hagan bien". Cuando estas frases cuñadiles comenzaron a ser virales en el pensamiento común de la gente, el Poder volvía a tomar ventaja.

Pero claro, ahora empezaron las confluencias de las izquierdas, y a haber la posibilidad de que tal vez esta vez sí se podía llevar a cabo un cambio político. Todo era un espejismo ya que no terminaba de funcionar el nuevo discurso progre para un electorado que no tiene plena conciencia social. Más que todo, porque se ha alejado al electorado que sí poseía esos fuertes principios. Se les subestimó, no se pensó que decidirían no apoyar a la candidatura. Que en cierto modo, también puede resultar chocante. El purismo ideológico ha hecho que se esfume una gran oportunidad de consolidar un poder popular. Cierto es que UP no estaba representando un verdadero cambio rupturista, pero estoy seguro, que no hubiera llegado tan lejos con un programa más directo.

Todos sabemos que se hubiera avanzado en la política de este país con más escaños. Pero no queremos sólo avanzar, queremos llegar para quedarnos, con votantes que no sean volátiles y sí estén todos concienciados y siendo partícipes activos del cambio.

Habiendo ya comentado la desmovilización de los votantes podemitas (que insisto, en su gran mayoría lo son sin pleno conocimiento del sistema socioeconómico) ahora tocaba dar un golpe de efecto que ahogara esa ilusión sin base sólida de "por un nuevo país”. A mi parecer los inflaron en las encuestas, que de nuevo el Poder utiliza para proteger sus intereses. Les hicieron confiar de que esta vez sí habría cambio con la intención de, sabiendo que no iban a aumentar votos, desilusionar y echar un jarro de agua fría a los que sí seguían votando. A provocar de nuevo ese descontento en la política y que se critique a los votantes que han hecho perpetuar este régimen.

Y como comentaba antes, nuestro desprecio hacia ellos tan sólo haría que se reafirmaran en su posición y se alejaran de la nuestra, un respeto, ellos no son el adversario, son el último eslabón de lo que el Poder quiere que veas. No debemos entonces darle el gusto. No debemos dejar que nos vean enfadados, molestos o rabiosos. Y es que no va a seguir ganando siempre el Poder. Seguimos resistiendo, tan sólo llevamos cinco años organizándonos a escala estatal desde el 15-M. Como diría Aznar: “Estamos trabajando en ello”.

La jornada laboral de 8h en España se conquistó en 1919 tras 44 días de huelga general

Por otro lado comentaré brevemente el otro gran obstáculo del cambio político. El enorme y vergonzoso prejuicio que tiene la clase obrera a verse identificada con la clase obrera . Otra victoria conseguida por el Poder, hacer creer de forma hegemónica que estamos bien, que podríamos estar peor, y que no hay que ser partícipe activo en la toma de decisiones, puesto que lo que se hace se hace bien. Es necesario romper ese pensamiento de masas, de los asalariados con empleo medio-estable que se ven como ricos sin la necesidad de defender nada. Aman y están bien con lo poco que tienen, tan sólo se les lanzan amenazas de que "otros" se lo podrían quitar, y ya no mueven un dedo por su alrededor. No son viejos los que sólo votan al partido más corrupto de Europa. "La doctrina del Shock" y el discurso del miedo, ha anulado a este gran colectivo social. Se les ha creado la idea en la mente de que aunque tengas un trabajo muy precario, "no te quejes, que al menos tienes trabajo". Pero no son ellos el adversario a derrocar. No existe la opinión pública, existe la opinión mediática, esa que el Poder ha querido que se expanda.

¿Pero entonces, cómo lo hacemos para producir un cambio político y social en este país? Pues en primer lugar yo optaría por alejarnos de los partidos políticos de una democracia representativa. No queremos confiar sin más en un grupo de "preparaos" que nos dicen que lo harán bien. No queremos una democracia representativa que es tan fácilmente influenciable para las masas, para que sigan un comportamiento que es totalmente contrario a sus intereses y necesidades. Este sistema no nos beneficia, busquemos otro. No podemos enfrentar al Poder de tú a tú, ellos tienen ventaja, tienen más mecanismos, tienen más símbolos apropiados.

Lo que debemos hacer es movilizarnos, crear sinergias en los barrios, hacer movimientos municipalistas de gente que trabaja por cambiar su alrededor. Pequeñas candidaturas que empiecen a cambiar los ayuntamientos. Ese es el cambio que ha comenzado y el que hay que seguir potenciando. No dejar que eso sea llevado por otros y nosotros meros espectadores. Nos necesitamos entre todos. El Poder no nos enseña los ya cuatro meses de movilizaciones del pueblo francés. Como con largas huelgas y protestas, van a tumbar la reforma laboral del gobierno "socialista”. Más movilización popular y movilización que no sea partidista. Defendamos derechos, no partidos. Lo podemos ver con plataformas como la “PAH” y “Stop Desahucios”. Ese es el camino. La jornada laboral de 8h en España se conquistó en 1919 tras 44 días de huelga general. No fue en una papeleta y una urna. Que este ejemplo nos sirva para tener conciencia de cómo se consiguen los avances de la sociedad. Construyamos una democracia participativa. Una democracia real.

"Instruíos, necesitaremos toda vuestra inteligencia.

Agitaos, necesitaremos todo vuestro entusiasmo.

Organizaos, necesitaremos toda vuestra fuerza."

Antonio Gramsci

Fuente: http://www.elsalmoncontracorriente.es/